
Powered by Castpost
¡Ah, Los doctorcitos! Esos que comen mierda y eructan pollo. Los que tiene una empresa, no les pagan a los empleados y se gastan la nomina en el viaje de la hija a Europa y en la lipoescultura de la moza.
Los que se ofenden cuando se les cobran las deudas: - Pero con quien cree que esta hablando carajo! Yo soy Francisco tratatá de tratatá y a mi me respeta.-
Los que piensan que el trabajo es deshonra: -¡Noooo, yo a eso no le jalo! ¡Si yo soy todo un ejecutivo! Eso más bien contraten un técnico para que se unte de grasa.-
Cabe aclarar que “untarse de grasa” para este sujeto es untarse de trabajo, estos tipos por lo general lo único que aprendieron bien fue a dar ordenes y a delegar, porque eso de trabajar o de producir es propio de las clases bajas.
A los que un cartón los vuelve genios: - Mira esteee... muchacho, ¡hazme un favor! Tú que entiendes de toda esa carajada técnica, ponte a trabajar en el proyecto que yo mañana en la mañana vengo a recogerlo.
- ¡Uy! pero doctor eso es mucho camello y faltan todavía los planos.-
-¡No joda carajo! Pues llámese al chino ese que es un berraco para el autocad y téngame todo listo mañana, si yo pudiera les ayudaba pero tengo una reunión en gerencia urgente…-
Y la reunión en gerencia es a punta de güisqui y vallenato.
Y lo peor es que la gente va y les corre a estos sujetos y les agacha la cabeza, no por lo que son (porque además son unas mierdas) si no por lo que aparentan.
Una buena ilustración de las apariencias y de los “doitores” fue lo que paso en el aeropuerto de Nueva Delhi, cuando no dejaron a un pasajero abordar al avión en la clase ejecutiva de Alitalia, a pesar de haber pagado el billete, simplemente porque no parecía un ejecutivo.
A la gente de embarque le pareció “muy ñero”.
Ese mismo mal lo padecemos en Colombia. Medio ven por ahí a alguien mal trajeado o medio provinciano y la “gente de bien” comienza a hacer muecas desaprobatorias.
Les parece horrible que esa gente este invadiendo los sitios bien. Ojalá el celador les eche bala o el portero del bar les de en la jeta…
Los que piensan que el trabajo es deshonra: -¡Noooo, yo a eso no le jalo! ¡Si yo soy todo un ejecutivo! Eso más bien contraten un técnico para que se unte de grasa.-
Cabe aclarar que “untarse de grasa” para este sujeto es untarse de trabajo, estos tipos por lo general lo único que aprendieron bien fue a dar ordenes y a delegar, porque eso de trabajar o de producir es propio de las clases bajas.
A los que un cartón los vuelve genios: - Mira esteee... muchacho, ¡hazme un favor! Tú que entiendes de toda esa carajada técnica, ponte a trabajar en el proyecto que yo mañana en la mañana vengo a recogerlo.
- ¡Uy! pero doctor eso es mucho camello y faltan todavía los planos.-
-¡No joda carajo! Pues llámese al chino ese que es un berraco para el autocad y téngame todo listo mañana, si yo pudiera les ayudaba pero tengo una reunión en gerencia urgente…-
Y la reunión en gerencia es a punta de güisqui y vallenato.
Y lo peor es que la gente va y les corre a estos sujetos y les agacha la cabeza, no por lo que son (porque además son unas mierdas) si no por lo que aparentan.
Una buena ilustración de las apariencias y de los “doitores” fue lo que paso en el aeropuerto de Nueva Delhi, cuando no dejaron a un pasajero abordar al avión en la clase ejecutiva de Alitalia, a pesar de haber pagado el billete, simplemente porque no parecía un ejecutivo.
A la gente de embarque le pareció “muy ñero”.
Ese mismo mal lo padecemos en Colombia. Medio ven por ahí a alguien mal trajeado o medio provinciano y la “gente de bien” comienza a hacer muecas desaprobatorias.
Les parece horrible que esa gente este invadiendo los sitios bien. Ojalá el celador les eche bala o el portero del bar les de en la jeta…